lunes, 27 de julio de 2015

MITOS VOL. I

Hace unos meses una amiga muy querida me sugirió que hiciéramos una revista. Me pareció muy buena idea y me dije "si no es ahora, no es nunca". Todo ex-estudiante de Letras ha soñado con su revista, aunque no lo diga. Pedí a algunos amigos el favor -
favor, porque desafortunadamente no podía pagarles por sus escritos... quizá fue muy aprovechado de mi parte- de que me escribieran un artículo breve sobre mitos de su área de estudios. Mi amiga y yo no hemos tenido el tiempo de echar a andar correctamente el proyecto, pero no queriendo que los textos que llegaron a mí se queden en la desconsolada carpeta de descargas, publico, por orden de llegada, los artículos que mis camaradas me entregaron. El primero es del talentoso Fernando Torres, quien, por cierto, tiene su propio blog: soybienmarvel.wordpress.com. ¡Visítenlo!


¡ME VOY PA'L NORTE! MITOS SOBRE LA VIDA EN L.A.

Llevo viviendo en Los Ángeles, California  un poco más de 4 meses y aunque no es la primera vez que vivo en este lugar, sí es la primera vez que lo hago de forma independiente.
Hay muchas ideas que se tienen de este lugar, tanto buenas como malas, ya sea por experiencias de otras personas, rumores que se volvieron mitos, mitos que se han tomado como verdaderos.


Uno de los más recurrentes es: "De seguro es muy caro vivir en California".

La realidad es muy diferente y todo es cuestión de percepciones, en este país se gana por hora laborada y donde el salario mínimo esta en 8 dólares por hora, hipotéticamente hablando, una persona que trabaje 40 horas por semana estaría teniendo en su cheque unos 320 dólares a la semana. Si se hace la conversión en pesos devaluados, se tendrían unos $4 600 por semana, algo totalmente distinto al salario mínimo de México. Las cosas no son caras: ropa, comida, servicios y hasta la gasolina ($2.60 por galón),  tienen precios bastante aceptables, haciendo que la capacidad de adquirir y comprar servicios y bienes sea muy alta, tan es así que las compras a meses por intereses simplemente no existen en ningún lado. La mayoría de las cosas que se necesitan (y no) se pueden adquirir después de unos días de trabajo y las cosas que tengan un precio más elevado solo requieren de un poco de semanas de ahorro.  El precio de la vivienda sí es de los más altos en todo el país, pues con tantos lugares turísticos y exclusivos, los cuales son los preferidos por los famosos y millonarios, los precios pueden dispararse de forma ridícula.

Lugares como Beverly Hills, Bel Air, Hollywood en donde no hay nada más que mansiones extravagantes, con los más exorbitantes lujos hacen que los precios de la vivienda se eleven aún a varios kilómetros a la redonda. Pero en un estado tan extenso como lo es California con su diversidad de lugares, solo se requiere paciencia y un poco de suerte para encontrar un buen precio para adquirir o rentar un lugar donde vivir.

Otro de mis favoritos y que quiero desmentir es: "Todos son gordos porque solo hay comida rápida".

Vamos por partes,  como premisa; es obvio que la comida rápida en exceso engorda, pero tristemente a pesar de que en México en teoría hay comida más saludable, más orgánica y natural, existe más gente con obesidad allá que en este país.

¿Por qué? Por las malas costumbres y obviamente la falta de ejercicio. La mentalidad del mexicano le hace pensar que el ejercicio solo es necesario para bajar de peso, pero no lo ve como un estilo de vida, como una más de sus actividades diarias, si acaso lo considera como un pasatiempo, como algo que se hace en fin de semana si se tiene tiempo. A pesar de que existen infinidad de establecimientos de comida rápida, también existe una cultura en donde el ejercicio (de cualquier tipo) es  incluido dentro de las actividades diarias y al igual que el trabajo o la escuela, no se evitan ni se posponen, siendo esto una parte importante del estilo de vida americano pues desde los primeros años de escuela se fomentan varios deportes y disciplinas, añadiendo que existen infinidad de actividades deportivas y culturales la mayoría del año para todo tipo de gustos y sin costo alguno.  Esta es una de las cosas que yo  más admiro y espero que algún día los mexicanos podamos adoptar estas buenas costumbres.

Regresando a la comida, una cosa si es cierta; la comida mexicana no le pide nada a la gastronomía de otros países y aunque hay pocos, realmente pocos lugares que logran darle un parecido al sazón y al sabor de algunos platillos típicos, jamás podrán tener el mismo sabor; aunque sean los mismos ingredientes, el sabor de las verduras y las carnes son muy diferentes, un tanto insípidas comparadas con el sabor que nosotros conocemos. De las tortillas ni hablamos, son una ofensa para el oriundo de tierras aztecas.

Lo mismo ocurre con las cadenas de comida rápida que ofrecen "comida mexicana", algunos ejemplos son Taco Bell, Del Taco, y Chipotle, lugares que no tienen ni la más remota idea de cómo se prepara un pico de gallo, un guacamole, una salsa verde o, sobre todo, un pinche taco. Estas cadenas de comida únicamente "agringan" nuestra gastronomía sin respetar los ingredientes originales, cambiándolos a su antojo, creando una idea errónea a quienes no conocen la verdadera comida mexicana. Lo más cercano que se puede encontrar a una taquería tradicional mexicana son los famosos Taco Trucks, los cuales ofrecen una gran variedad de tacos (asada, lengua, pastor, carnitas) elaborados con poca higiene. Justo como nos gusta. Por un momento, uno se siente otra vez en casa.

La comida mexicana se extraña y no hay ni habrá nada que la reemplace, pero gracias a que en California existe una gran diversidad de personas y culturas, es posible encontrar y probar de todo tipo de platillos y cocinas como la tailandesa, peruana, española, cubana, china, coreana, japonesa, italiana, persa, cantonesa, brasileña. Lugares para comer abundan y siempre encontrarás uno cerca de tu ubicación, es bueno atreverse a probar cosas nuevas, salir de lo habitual, de lo que se conoce, solamente así se aprende a valorar todas esas cosas que ningún otro lugar puede reemplazar.


Por último, quiero desmentir un mito que tal vez ya no escucho tan recurrente como antes, pero que es importante destacar:

"Los gringos discriminan mucho al mexicano".

Puede que otros estados tengas leyes ridículas, exageradas y discriminatorias no nada más en contra de los mexicanos, sino hacia el resto de los latinos. Sin embargo, en California, donde el español es el segundo idioma más hablado, donde más del 50% de la población es de origen o descendencia latina, la realidad es otra. Todo depende de qué ofrezca uno como persona, qué lado quiera mostrarle al mundo: el mexicano huevón, borracho, conformista, aquel tipo con sombrero durmiendo a un lado de cactus con una botella de alcohol en la mano cómo se nos ha dibujado miles de veces; o el mexicano que recibe y brinda calidez, que da lo que tiene así no sea mucho, el mexicano que jamás se rinde, que ve por su familia, aquél mexicano que trabaja sin descanso para brindar un futuro mejor a aquellos que dejo en casa, al que siempre encuentra una razón para reír en los momentos más difíciles. La mayoría de americanos son incluyentes y de mente abierta, yo creo que es más fácil sentirse discriminado por un asiático, otro latino o, triste pero cierto, otro mexicano.

Es por eso que dicen que "un mexicano siempre será el peor enemigo de otro mexicano", vivimos en un país donde se tiene la idea de que "quien no tranza, no avanza" o donde se usan palabras despectivas como "prieto", "indio", para referirse a otras personas, para insultar y sobajar.

Creo que existe más discriminación entre hermanos, entre nosotros que vivimos en la misma tierra, que entre americanos y mexicanos. Y eso es algo triste, que nos debe hacer cambiar, que nos debe de preocupar, que nos debe abrir los ojos como país, como sociedad.

Yo tengo la firme convicción,de que se puede cambiar la idea que se tiene de nosotros, como individuos, como pueblo, pues tengo el sueño que en un futuro no muy lejano, dejemos de ser vistos como un país que tiene poco que ofrecer, que dejemos de ser considerados como mano de obra barata y empecemos a ser reconocidos como el país que merecemos ser y tener.  

domingo, 5 de julio de 2015

Welcome to da barrio: 12 señales de que vives en un cuasi-gueto (México)

Nunca he tirado barrio, no diría que soy “calle”, alguna vez tiré fraccionamiento, antes de llegar a la junta auxiliar San Felipe Hueyotlipan, en Puebla. San Fe side, para hacerlo más moderno, San Fe H, donde “H” stands for “hills”. Si tú vives en un sitio como este, un ex pueblito que con los años fue absorbido por la ciudad, te sentirás identificado con los siguientes puntos. ¡Disfruta!:

                                            "¡Ya los agarraron!"

1. La colonia en la que vives cuenta con un clásico salón-bodega, donde caben 300 invitados y los vendedores de algodón de azúcar tienen libre acceso.

2. Los vecinos sacan a pasear a sus pitbulls por la noche.

3. La colonia no es un punto de paso en el recorrido del transporte público, sino que simplemente al llegar ahí, la ruta se termina (o comienza, según sea la perspectiva).

4.  Tan tradicional como la feria patronal, resulta una trifulca entre vecinos, con machetes. Es el acto que anualmente clausura la verbena.

5. En época de lluvias, la forma en que se inundan las calles por el mal diseño de drenaje merece que uses chalupa o kayak.

6. Los Oxxos son relativamente nuevos y marcaron la entrada de la comunidad a la modernidad y al progreso.

8. El Oxxo cierra más temprano los domingos por los borrachos en la calle.

9. La camioneta del periódico local recorre las calles anunciando que atraparon a los ladrones de la colonia recientemente.

10. Hay cementerio local y sus bardas están pintadas a la “mexican curious” con calaveras.

11. Hay un carnaval donde los huehues aterrorizan y divierten a los avecindados. Los puestos de CDs venden un sospechoso DVD llamado “Fiesta de las locas”.

12. Pares de tenis cuelgan de los cables eléctricos.

                                    "Welcome to da barrio, mija..."

Esta entrada fue realizada en colaboración con David Patiño Torres, versado en la antropología. Para cualquier contacto su e-mail es: bavid333@gmail.com

En caso de que alguien no mexicano lea este artículo, algunas aclaraciones:

colonia: en México, colonia equivale a barrio, vecindario o neighborhood, mientras la palabra barrio se usa para colonias peligrosas o muy pobres.

huehue: son personas que se disfrazan con máscaras y bailan en las calles algunos días antes de la Semana santa, van acompañados de "las locas" que son hombres vestidos de mujer. La palabra huehue viene del náhuatl y significa algo como anciano.

oxxo: son minimercados, aunque también puedes hacer recargas de celular y depósitos bancarios. 

martes, 15 de octubre de 2013

Cabello a la cintura…

"Mujeres peinándose" Edgar Degas
Mucho se ha dicho sobre el poder del cabello, se ha hablado, principalmente, sobre su carácter como elemento erótico. El cabello es parte fundamental de la imagen que proyecta una persona, es idiosincrático y al mismo tiempo, social. Los poetas malditos se teñían ya el pelo de verde para mostrar su inconformidad con lo establecido, las flappers de los años 20 (como Betty Boop) lo cortaron para volverse andróginas, los hombres de la revolución francesa lo recortaron para mostrar el rompimiento con el antiguo régimen, en fin, los ejemplos son infinitos, desde la cresta del punk, pasando por las dreadlocks del rastafari, hasta el cabello policromático de los Emos, el cabello refleja formas de vida y de pensar.  

En países recién salidos del sistema colonial de castas, la apariencia, el color y la procedencia social, pesan a diario, nadie lo quiera hablar, pero ahí está, latente, cotidiano. Hace años, cuando entré a la universidad me hice un corte del cual me arrepentí casi al momento del primer tijerazo, pasaron 4 años para que llegara a la longitud que tanto deseaba y en una ocasión, hallándome en un café, vi pasar a una chica de cabello muy largo y vestir sencillo. Al mirarla, mi acompañante dijo una frase que yo nunca había oído  “cabello a la cintura, chacha segura”. Me sentí ofendida. Mi cabello ya casi llegaba a ese largo. Sin embargo, me di cuenta de dos cosas: ¿cómo es que asociamos el cabello largo con las chicas de ayuda doméstica? y la segunda ¿por qué debía representar para mí una ofensa? Si en realidad pareciera sirvienta por llevar el cabello a la cintura no habría por qué apenarse ¿o sí? Después de todo, es un trabajo.

Para intentar responder la primera cuestión, diré que muchas de estas chicas vienen de comunidades rurales donde la costumbre es llevar el cabello largo, a veces más debajo de las costillas, rara vez suelto y la mayor de las veces, trenzado. Al mismo tiempo, en el imaginario, las zonas rurales suelen asociarse a la población indígena –aunque los ranchos estén poblados, mayormente, por gente “mestiza”- grupos étnicos en los que las mujeres acostumbran llevar el cabello largo y trenzado.

"Mujeres peinándose" de Diego "Doug" Rivera 
Ignoro cuál era el arreglo de las mujeres nativas de México antes de la conquista. Alguna vez, unos amigos me contaron que un profesor de náhuatl había mencionado que la palabra Malintzin, el nombre de La Malinche, quería decir “enredadera” haciendo alusión a su cabello suelto y rebelde, no lo sé, quizá lo soñé… lo cierto es que el pelo largo y trenzado es atribuido a la población indígena o rural, quienes, como ya se dijo, muchas veces se ven obligadas a emplearse en el servicio doméstico de las casas de la ciudad.
Y viene la dura reflexión, hecha hace 30 años, por José Emilio Pacheco, que los indígenas son despreciados porque, al mismo tiempo, son los pobres, los morenos, los marginados.

Lo que pretendo señalar es que la frase “Cabello a la cintura, chacha segura” no refleja más que una actitud de desprecio ante tres cosas:

-La gente indígena o de ambiente rural.
-La gente pobre.
-El trabajo físico.

Lo cual nos conduce a la segunda cuestión: el trabajo realizado casi exclusivamente por la fuerza física y su estigmatización negativa. Es posible que lo que haga que estas labores se vean tan menospreciadas sea la falta del paso por la educación formal, como si no implicaran un esfuerzo, consumo de energía y gasto de tiempo, tal como el resto de los trabajos. En este campo otro gremio tan vejado y con un imaginario tan elaborado como el de la ayudanta doméstica, es el del albañil, oficio y ocupación desdeñada porque quien lo desempeña es la gente pobre y no es necesaria la instrucción formal, como si cualquier civil tuviera el conocimiento para levantar una pared.
En fin, el lenguaje y sus intenciones nunca son ingenuos, antes de emplear  frases por el estilo, habría que reflexionar sobre su verdadero significado, el mensaje que transmite: establecer barreras y estatus. Aborrecer a quien no tuvo oportunidades.

Despreciar, aunque sea de soslayo, a alguien cuyo arreglo pudiera denotar el desempeño de un trabajo humilde, en un país donde la mayoría tenemos que partirnos la espalda para subsistir, es una abierta contradicción.
 [Todos somos uno :9].